18 de diciembre de 2008

Cerramos el año a todo trapo


PASATE POR EL OLGA
generando actividad cultural

Generar actividad es arriesgarse a una construcción en el tiempo. Algo que se está haciendo requiere compromiso, porque muta en el tiempo sin solidificarse sin dejarnos tranquilos con el resultado. Obliga a correrse de los reaseguros de lo convalidado, de aquello que ha sido aprobado. El ámbito para el trabajo cultural conlleva el emerger de los conflictos simbólicos. Posibilidades latentes que vivencian su realización, que no han sido neutralizadas.
Si los museos se constituyen como maquinas de fabricar Historia en base a la selección oficial de que es y no cultura, los artistas han vivido en constante tensión con la institución. En resistenacia a la perdida de su capacidad política de transformación. De transformar el arte, el museo y la vida. Se han negado a ser piezas inhertes de un muestrario.
Esta es la construcción de un museo diametralemente distinto. Es otro museo. Atestigua una cultura contrahegemonica. No se basa en la selección de obras sino en su misma disposición. En conjugar en un ámbito expresiones distintas, diálogos, y por lo tanto un espacio de producción vivo. Centro social, organizaciones en lucha, emprendimientos productivos, fiestas, musica, barrio y ciudad. Lejos de la sacralidad de la definición hegemonica de arte, todas estas actividades crean en sí una zona de pasajes, una zona activa, una zona recuperada dentro de una geografía en conflicto. Pasate por el museo, pasate por el Olga.


Actividad cultural de cierre de año en el Olga fotos acá

Fotos sacadas por Marina para la página del grupo Brancaleone (texto: Brancaleone)

¡Luna en el Olga!
Viernes 19 de diciembre en La Plata!

Había una vez una escuela que ya se había olvidado del ruido de las corridas de los pibitos en los recreos.
Era una escuela triste porque hacía muchos años que no era testigo de un torpe primer beso ni de un partido de fulbo.
Pensaba que sus días habían terminado, pero sabía que si deseaba mucho volver a enseñar, todo aquél que tuviera el corazón atento podría escucharla y ni a palos se iba a quedar de brazos cruzados.

Había una vez un fueguito que se apagaba y se encontró con tu madera. Habrá un montón de fueguitos más y de acá mucha más madera para encontrarlos.

Gracias por el Olga.














































































































































FOTOS: Marina.



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